Trucos sencillos y eficaces para alargar la vida de la ropa
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Si quieres que tus prendas favoritas te duren más tiempo.
Sigue nuestros consejos para lavar, secar,
planchar y guardar la ropa… ¡y lucirán como nuevas!
A continuación le presentamos Trucos sencillos y eficaces para alargar la vida de la ropa en el siguiente video:
Mira
el siguiente vídeo completo.
. Antes de lavar la ropa...
Lee las etiquetas. En ellas
encontrarás toda la información necesaria sobre cómo cuidar la ropa y qué
precauciones tener. Pretrata las manchas, cierra las cremalleras, y no olvides
vaciar los bolsillos, repasar que no haya botones sueltos que pudieran caerse
durante el lavado, y asegurar lazos, aplicaciones…
Separa la ropa por colores
Nunca laves a la vez prendas
de tonos claros y fuertes, evitarás que haya transferencias de color de unas a
otras en caso de que alguna destiña. Y las prendas blancas, lávalas aparte. Ni
siquiera con colores claros, porque si no perderán la blancura.
Además, así puedes usar un blanqueante o lejía si es necesario.
Y dale la vuelta
Sobre todo la de color. Al
lavarla del revés los colores se desgastan menos, evitas que los estampados se
estropeen e impides que salgas esas bolitas y esas manchas blanquecinas que la
envejecen.
Al poner la lavadora...
Opta siempre que sea posible
por programas a baja temperatura, cortos y con poco centrifugado. Y no uses
demasiado jabón ni suavizante.
Temperatura ideal
Lo más recomendable es lavar
con agua fría o templada. Solo las prendas de algodón muy sucias (manteles,
toallas...) se lavan a más de 40 °C. El resto basta con hacerlo a 30 °C o en
frío. Las que incorporan fibras sintéticas, sobre todo licra (leggins, vaqueros,
ropa deportiva...), son muy sensibles al calor, con el que pierden elasticidad
y forma.
Escoge el detergente adecuado
Para la ropa blanca y de
colores claros, elige preferentemente detergentes que contengan oxígeno activo,
un blanqueante que recupera el blanco original y además actúa muy bien contra
las manchas. Y para los colores fuertes,
opta por productos específicos para proteger el color. Realmente funcionan y la
prenda mantendrá su vivacidad y brillo durante más tiempo.
Prendas delicadas
La ropa interior, siempre que
sea posible, lávala a mano con jabón para prendas delicadas. Si lo haces en la
lavadora, hazlo dentro de bolsas de redecilla para evitar que se enganche y el
desgaste excesivo. Y las prendas de
lana lávalas a mano. Sumérgelas en el agua, pero no frotes ni restriegues, y
sécalas en horizontal, no las cuelgues.
Si usas secadora...
No lo hagas con programas
largos ni a temperatura muy alta. Si la ropa se reseca en exceso, queda áspera
y poco a poco se estropea. Además, sale arrugadísima y cuesta mucho más
plancharla, e incluso puede encoger.
Si la tiendes...
Evita que le dé el sol
directo, ya que acaba desgastando las fibras. En el caso de la ropa blanca
puede ayudar a blanquearla. Pero mantén las prendas negras y de color alejadas
del sol para que no se decoloren. Tampoco tiendas la ropa muy húmeda ni la
tengas mucho tiempo en el tendedero para que no se deforme y acartone.
Para que no queden marcas
Utiliza pinzas adecuadas. Las
hay de diseño ergonómico que no dejan marcas; y de plástico 100%, lo que
previene las posibles manchas de óxido, ya que el muelle no es metálico como en
las tradicionales. Pantalones y faldas se sujetan por las costuras; las
camisetas, por la parte inferior; las camisas se cuelgan en perchas, y las
prendas de lana y punto deben secarse extendidas para que no se deformen.
A la hora de planchar...
Plancha la ropa del revés,
ligeramente húmeda y a la temperatura más baja posible. Así se plancha más
fácilmente, no perjudica tanto el tejido y se evitan brillos.
Guárdala con mimo
Los vestidos y las blusas
cuélgalos en perchas acolchadas. Para los abrigos usa perchas anchas y
resistentes. Pero las prendas de punto nunca las cuelgues, porque se
deformarán.
Doblada y sin apretujar
Para que no le salgan marcas o
arrugas extra, ni se roce con baldas o cajones, dóblala con mimo. Si no sabes
cómo, prueba el método de Marie Kondo para doblar la ropa con el que
además ahorrarás espacio y encontrarás la ropa más fácilmente.
Cada cosa en su sitio
No mezcles la ropa recién
lavada con la que ya te has puesto. Tampoco guardes los complementos
(cinturones, bolsos...) con las prendas, ya que los apliques pueden enganchar
los tejidos. Jerséis y prendas de punto o rizo (como las toallas) se guardan
mejor en baldas para que no se apelmacen. En cambio, camisetas o polos pueden
ir en cajones.
La ropa de otra temporada
Límpiala y guárdala en la
parte menos accesible del armario con unas ramitas de lavanda para evitar
bichos. Los abrigos guárdalos en fundas.
Comprobado, si cuidas con mimo
la ropa, puede durarte unas cuantas temporadas. ¿Quieres saber cómo? Muy fácil,
sigue estos sencillos pero infalibles trucos y las claves de la
galería de imágenes para lavar, secar, planchar y guardar la ropa, y
mantendrás tus prendas favoritas como el primer día durante muuuuucho tiempo.
ANTES DE LAVAR LA ROPA,
PREPÁRALA Y EVITA PROBLEMAS
Lee las etiquetas. En
ellas encontrarás toda la información necesaria sobre cómo cuidar la ropa y qué
precauciones tener. Y si no lleva etiqueta o la ha perdido, aquí tienes los trucos
para saber de qué tejido es una prenda.
Pretrata las manchas. Existen
productos específicos que te ayudarán a eliminar las manchas sin tener que
recurrir después a un lavado demasiado agresivo.
Cierra las cremalleras. Evitarás
que dañen otras prendas. No olvides vaciar los bolsillos, repasar que no haya
botones sueltos que pudieran caerse durante el lavado, y asegura lazos,
aplicaciones…
Clasifica la ropa. Haz 3
grupos: de ropa blanca, colores oscuros y claros. Pero ve más allá y divídela
también en prendas delicadas y resistentes.
Dale la vuelta a la
ropa. Sobre todo la de color. Al lavarla del revés los colores se
desgastan menos, evitas que los estampados se estropeen e impides que salgas
esas bolitas y esas manchas blanquecinas que la envejecen.
Para fijar el color. Antes
del primer lavado de la prenda, métela en agua con vinagre blanco. Se mantendrá
bonita más tiempo.
A veces no hace falta lavar la
ropa, sino que basta con que la airees.
AL PONER LA LAVADORA, HAZLO
CORRECTAMENTE
Programa. Opta siempre
que sea posible por programas a baja temperatura, cortos y con poco
centrifugado. Y no uses demasiado jabón ni suavizante.
Con agua fría o
templada. Solo las prendas de algodón muy sucias (manteles, toallas...) se
lavan a más de 40 °C. El resto basta con hacerlo a 30 °C o en frío. Las que
incorporan fibras sintéticas, sobre todo licra (leggins, vaqueros, ropa
deportiva...), son muy sensibles al calor, con el que pierden elasticidad y
forma.
Usa programas cortos. Hazlo
siempre que puedas, tanto en el lavado como en el centrifugado. Cuanto más
largos, más fricción y más se estropea la ropa.
Mira las etiquetas de las
prendas para saber cómo lavarlas y plancharlas
ESCOGE EL DETERGENTE MÁS
ADECUADO
Ropa blanca y de colores
claros. Elige preferentemente detergentes que contengan oxígeno activo, un
blanqueante que recupera el blanco original y además actúa muy bien contra las
manchas.
Colores fuertes. Opta por
aquellos productos que están específicamente pensados para proteger el color.
Realmente funcionan y la prenda mantendrá su vivacidad y brillo durante más
tiempo.
Prendas delicadas. Las de
seda, con encajes... se lavan con detergentes también específicos, que no
contengan cloro, lejías ni blanqueadores. Los mejores son los líquidos
indicados para lavar a mano.
Ropa interior. Siempre
que sea posible, lávala a mano con jabón para prendas delicadas. Y si lo haces
en la lavadora, hazlo dentro de bolsas de redecilla para evitar que se enganche
y el desgaste excesivo. Para guardar los sujetadores, dóblalos metiendo una
copa dentro de la otra.
Lana. Lávala a mano con
detergente para prendas delicadas. Sumérgela en el agua, pero no frotes ni
restriegues. Sécala en horizontal, no la cuelgues.
APRENDE CÓMO SECAR LA ROPA SIN
ESTROPEARLA
Si usas secadora. No lo
hagas con programas largos ni a temperatura muy alta. Si la ropa se reseca en
exceso, queda áspera y poco a poco se estropea. Además, sale arrugadísima y
cuesta mucho más plancharla, e incluso puede encoger.
Si la tiendes. Evita que
le dé el sol directo, acaba desgastando las fibras. En el caso de la ropa
blanca puede ayudar a blanquearla. Pero mantén las prendas negras y de color
alejadas del sol para que no se decoloren.Tampoco tiendas la ropa muy húmeda ni
la tengas mucho tiempo en el tendedero para que no se deforme y acartone.
Para que no queden marcas. Las
prendas de lana y punto deben secarse extendidas para que no se deformen.
Pantalones y faldas se sujetan por las costuras; las camisetas, por la parte
inferior; y las camisas se cuelgan en perchas.
Evita tender al sol directo
para que la ropa no se decolore ni se desgaste
PRECAUCIONES A LA HORA DE
PLANCHAR
Húmeda. Plancha con la
ropa ligeramente húmeda y a la temperatura más baja posible. Así se plancha más
fácilmente y no perjudica tanto el tejido.
Del revés. Plancha
siempre así las prendas, evitarás que les salgan esos brillos que las deslucen.
Y hazlo en la dirección del tejido para que no se deformen.
Planchas inteligentes. Hay
planchas que ajustan automáticamente la temperatura y la salida de vapor al
tipo de tejido que se está planchando para que no se queme.
Cuida tu ropa planchándola del
revés y a baja temperatura
Y CÓMO GUARDARLA CON MIMO
Con una buena percha. Los
vestidos y las blusas cuélgalos en perchas acolchadas. Para los abrigos usa
perchas anchas y resistentes. Pero las prendas de punto nunca las cuelgues,
porque se deformarán.
Doblada y sin apretujar. Para
que no le salgan marcas o arrugas extra, ni se roce con baldas o cajones. Si no
sabes cómo, prueba el método de Marie Kondo para doblar la ropa con el
que además ahorrarás espacio y encontrarás la ropa más fácilmente.
Por separado. No mezcles
la ropa recién lavada con la que ya te has puesto. Tampoco guardes los
complementos (cinturones, bolsos...) con las prendas, ya que los apliques
pueden enganchar los tejidos.
En su sitio. Jerséis y
prendas de punto o rizo (como las toallas) se guardan mejor en baldas para que
no se apelmacen. En cambio, camisetas o polos pueden ir en cajones.
De otra temporada. Guarda
la ropa limpia y con unas ramitas de lavanda para evitar bichos. Los abrigos
guárdalos en fundas.
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